Despertar
Creyó cada una de sus mentiras (o fingió creerlas), se sentía tan bien en sus brazos que el mundo no le importaba. Todo terminó un verano cuando ella despertó.
Creyó cada una de sus mentiras (o fingió creerlas), se sentía tan bien en sus brazos que el mundo no le importaba. Todo terminó un verano cuando ella despertó.
En el reloj marcaban las tres, goteaba en la cocina y los perros aullaban. Marcaban las tres y el silencio se hacía presente, más no en su cabeza; en su cabeza estaba él.